12 mayo 2012

Cuentos sobre ratones

A pesar de que por fin ha dejado de llover y hace bastante calor, nos hemos acercado a la biblioteca pública de nuestra ciudad al salir del colegio.

También nos apetecía ir al parque para disfrutar del sol, que llevaba tanto tiempo escondido tras esas aburridas nubes grises. Pero habíamos  visto un cartel anunciando que en la biblioteca iban a contar cuentos sobre ratones y sentíamos curiosidad...

De camino, repasamos los que ya conocíamos. ¿Adivináis cuál es nuestro preferido? 

También recordamos a los ratones que más nos gustan. Quizá nos estuvieran esperando allí...

Yo conozco a uno al que le encantan las bibliotecas. Se llama Firmin. Es un roedor de palabras. ¡Devora los libros!

Martín conoce a una rata que sabe cocinar estupendamente y que  tiene un restaurante en
París. Seguro que vosotros también la conocéis.


Cuando por fin llegamos a la biblioteca, ¿sabéis a quién nos encontramos? Pues a un simpático ratón cuentacuentos que tocaba el arcodeón.

Después de cantarnos una canción, abrió su maleta y sacó una pequeña caja azul. 
¿A qué no os imagináis qué había dentro? 
¡Tres ratones chiquititos muy traviesos!
No querían volver a su caja así que, para convencerlos, el ratón contador de cuentos les propuso contarles a cada uno un cuento.
Los eligió de entre todos los que contenían estos dos libros que llevaba en su maleta: 


¡Nos encantaron los tres cuentos sobre ratones para los ratoncitos contados por el ratón! Sobre todo uno en el que los grillos cantaban (y nosotros con ellos): "Cricricrí, cricricrí, cricricricricriiiiiiiiii".

Sin duda, ha valido la pena visitar la biblioteca.
Así la ha dibujado Martín. 
Las escaleras de color negro os conducirán a la primera planta donde se encuentra la sala infantil. Las estanterías (en rojo y amarillo) están llenas de libros, películas, series... ¡Están esperándoos! Os recomendamos que vayáis siempre que podáis.

Además, también nos dio tiempo de ir al parque.
Y al llegar a casa, les hicimos un juego con las letras magnéticas a los tres ratoncitos de la caja azul.
Seguro que sois capaces de unir a cada uno con su comida favorita correspondiente.





 Os vamos a presentar a una niña a la que lo que más le gustaba en el mundo eran los libros. Pero en su casa no había ninguno. Descubrir la biblioteca le cambió la vida. Se llama Matilda, ¿queréis conocerla?

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