23 abril 2012

La fuga de haches

Durante el tiempo que tardó Doménica en sentarse se había realizado una curiosa operación, y era que todas las haches de las hayas se habían escapado, quedando sólo las hayas sin las haches. Afortunadamente, las únicas haches que se fugaron fueron las de las hayas reunidas en corro, porque no habría nada más aburrido y difícil de imaginar que un bosque de ayas. Las haches se escaparon todas por algún lugar, ante la estupefacción del señor Paco, que había permanecido en su lugar y visto cómo se transformaban las hayas en ayas. El cambio lo acogió Doménica con la mayor naturalidad del mundo; se conoce que estaba acostumbrada a esas transformaciones o quizás a que un tropel de siete u ocho letras se escapase por la vereda del bosque abierta entre dos árboles.

Gonzalo Torrente Ballester. Doménica.



¿Por qué se habrán fugado las haches? Algo interesante estarían tramando en el bosque porque las nuestras también comenzaron a desaparecer, una tras otra.
Yo no encontraba mi hache preferida: la de hijo. Tampoco estaba otra importantísima: la que lleva humor. ¡No podría vivir sin ninguno de los dos!
―¿Y a ti, Martín, te falta alguna?
―Pues… ahora que lo dices, ¡se ha escapado la hache de ham! ¡Y detrás han ido las de hen y jabalí!
―¿Jabalí, dices? ¡Pero si no tiene hache! Además, es una letra "muda", no se pronuncia. Espera… Ya sé lo que ocurre, ¡tus haches son inglesas! Por eso has confundido los sonidos.

Mirad en lo que estaba pensando Martín. Es su libro del cole:



Si pincháis aquí escucharéis cómo suena la hache en inglés. Comprobad el parecido con el sonido de la jota. ¡Atentos, que no son iguales!

―¡Ah! Entonces, no hay hache en jamón pero sí en hop.
―¡Exacto! ¿Y en español?
―La hache está en hola ―me saluda con la mano― pero no en ola ―ahora dibuja una ondulación― ¿A que sí?
―Claro, por eso tenemos que encontrar las haches que han huido o no podremos diferenciarlas.

Y así empezó nuestro viaje. Juntos nos adentramos en el bosque, dispuestos a recuperar las letras perdidas y a descubrir el motivo de su fuga. Quizá estuvieran organizando una fiesta. ¡Sí, un baile! Invitarían a otras letras, bailarían en parejas, luego en grupos. Se mezclarían una y otra vez, al son de la música, formando en cada canción diferentes PALABRAS.
Podríamos seguirlas... A ver hacia dónde se dirigen. Algunas irán a las páginas de un libro, otras a una canción, o a un cuento de esos que inventamos antes de dormir, tal vez a un crucigrama…
¿Nos acompañáis? ¡Será divertido!

Para empezar, podéis buscar las haches que ha escondido Martín en su bosque (que debe estar en Galicia, no muy lejos de nuestra casa, porque llueve un montón ¡mirad qué nubarrones grises!).
Luego dibujad el vuestro ¿sería soleado? ¡Nos encantaría verlo!




También podéis probar estos "trucos" que me ha enseñado Martín:
¿Qué letra aparece si damos la vuelta a la hache minúscula?



¿Y qué número resulta si borramos una "pata" de la hache mayúscula?




Por cierto, hemos estrenado nuestro blog este lluvioso 23 de abril para celebrar el Día del libro. Pero sabed que para nosotros todos son "días del libro" y procuramos festejarlo. ¡Estáis invitados!




3 comentarios:

  1. Nuestra más sincera ENHORABUENA por este blog tan chulo!!! Nos encanta!

    Niños y profes de Educación Infantil 3

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  2. Querida Marián, los que nos dedicamos a la maravillosa profesión de enseñar entre los que me incluyo, te diré que en el arte de la ilusión por descubrir el mundo de las letras eres una gran MAESTRA.
    Gracias por compartir con nosotros tus fantásticas experiencias y ... Martín eres muy afortunado!

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  3. Gracias, profes, por vuestros comentarios cariñosos y generosos, como vosotras.
    ¡Nos alegramos de que os haya gustado!

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